Rebelión
en los cuentos
…
y el león se cansó de ser rey
… y las brujas se aburrieron de ser feas
… y las princesas odiaron los hechizos
… y los sapos a los principes…
… y entonces decidieron reunirse, todos los personajes de los cuentos,
como una protesta por sus dramáticos destinos (aunque casi todos
tenían final feliz).
- "Yo me estoy perdiendo los mejores años de mi vida durmiendo
por esperar que el principe se digne a besarme" - dijo la Bella Durmiente.
- "Yo, aunque tomo sol, nunca estoy tostada y… siempre sigo
blanca como la nieve" - dijo la tradicional Blancanieves
- "y eso que uso protector solar" - agregó, mientras
comía una manzana.
- "Y yo… siempre soy el narigón, mentiroso y… de
madera en cada relato" - exclamó Pinocho ofuscado.
Todos, muy enojados, hablaron con los Señores autores.
Como no lograron ponerse de acuerdo, los personajes de los cuentos organizaron
un paro general con movilización y todo. La marcha fue multitudinaria;
la presidían los tres canchitos, y contaban con famosos personajes
como el "Gato" que lucía botas nuevas, el "Patito"
que fue a un Instituto de Belleza y estaba lindísimo y "la
Cenicienta" hermosa, en su carroza.
Aunque se demoró en la peluquería, Ricitos de Oro se apuró
y llegó a este encuentro. Incluso los personajes de los dibujos
animados apoyaron esta medida de fuerza. El Sr. Pedro y su esposa la Sra.
Vilma Picapiedra, pasaron a buscar en "troncomovil" a la familia
Supersónica que no podía faltar a esta importante cita.
Llegaron tarde Batman y Robin porque no lograban encontrar lugar para
estacionar el "batmovil". Y se plegaron, solidariamente, los
personajes de las canciones tradicionales como: "La Farolera"
que se cansó de tropezar y tropezar; "El Elefante Trompita"
harto de recibir chas-chas en la colita; y "Manuelita" la tortuga,
que quería quedarse, enamoradísima junto a su tortugo en
Pehuajó. Yo no sé por qué¡¡.
Y
entonces ocurrió algo muy extraño. Las tranquilas mañanas
y la quietud de los larguísimos atardeceres contrastaron con las
ruidosas noches. Lo que sucedió fue que sin personajes, ya no había
cuentos, y sin ellos ya ningún chico pudo dormir. Los más
perjudicados fueron los padres, quienes desesperados apelaron a los métodos
tradicionales, como contar ovejitas. Esto no funcionó, ya que las
ovejas al enterarse, huyeron hacia la marcha.
¿Cómo se solucionó el problema? ¿Cómo
se arregló la situación? Por supuesto, los chicos, que son
grandes conciliadores, lograron lo que nadie podía: reconciliar
a los personajes con sus creadores, los autores. Desde ahora consultarán
y participarán ellos, los personajes, en el trazado de sus propios
destinos; como en la vida ¿no?
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